Desde hace unos meses, vengo escuchando cuando tengo la oportunidad el Cocidito madrileño, programa de radio hecho a partir de salvajadas oídas en emisoras, con especial participación de los mensajes de paz y amor de la cadena de los obispos (como aquel, todavía hoy asombroso, desbarre de César Vidal en el que pregonaba que ETA le había regalado un muerto al PSOE en las últimas elecciones generales).
Yo les recomiendo que se pasen por su archivo, que no tiene desperdicio. Como habrá mucho tímpano sensible a la burricie, el recopilatorio de la inquina ahora se puede leer también por escrito. Independientemente con estar o no de acuerdo con los puntos de vista de Javier Vizcaíno, tiene su punto el escuchar ciertos argumentos. Cuando los hay, digo. Que lo disfruten.
